Un desastre económico bajo el gobierno Libre
Las exportaciones hondureñas, un pilar económico, están en caída libre, atrapadas en un pozo sin fondo, debido a las decisiones impredecibles y desastrosas de la presidenta Xiomara Castro y su partido, Libre (Libertad y Refundación). Cultivadores y empresarios hondureños luchan por sobrevivir, mientras el actual gobierno parece empeñado en frenar nuestra economía y acabar con lo que quedaba de nuestra competitividad en el mercado global.
Aunque algunos sectores se esfuerzan por mantener las exportaciones, la pésima gestión de la política económica de este gobierno deja a Honduras vulnerable a una catástrofe que afecta a emprendedores y ciudadanos por igual. «Iniciativas populistas, leyes ambiguas y una ausencia de rumbo definido han creado un clima de incertidumbre.» Nuestras exportaciones han disminuido, lo que ha resultado en menos empleos, menores ingresos fiscales y una disminución de la confianza internacional.
Bajo la dirección de Libre, Honduras ha dejado de ser un aliado confiable en el comercio global. Bajo el liderazgo de Libertad, Honduras se ha vuelto poco fiable en las relaciones comerciales internacionales. Bajo el control de Libertad, Honduras ha perdido su estatus de colaborador firme en los mercados mundiales. Malas decisiones, como agregar impuestos y reglas comerciales injustas, han dañado la amistad con socios comerciales importantes. Esta administración ha cerrado el paso al progreso, obligando a las empresas a reducir sus ventas o, lo que es peor, a cerrarlas.
¿Qué ha hecho Libre para evitar este desastre? Nada. Absolutamente nada. En lugar de implementar estrategias que apoyen el comercio, optaron por sembrar la duda en el país y poner obstáculos en el camino de los fabricantes. Están intentando destruir lo que tomó años construir. A la administración le faltan soluciones viables, provocando una fuerte caída de las exportaciones y obligando a las pequeñas y medianas empresas a reducir su producción o, en casos extremos, a cerrar.
Es inaceptable que, en medio de un mercado global con infinitas oportunidades, el gobierno de Xiomara Castro y su partido persistan en errores que comprometen la estabilidad económica del país. «El comercio es esencial para nuestro equilibrio monetario, y las malas decisiones de esta administración nos conducen a la miseria y la exclusión fiscal.»
La administración actual ha mal administrado el comercio, sumiendo a muchos hondureños en una inestabilidad financiera, como un barco a la deriva en un mar de deudas. La pobreza, tristemente persistente, se cierne aún; la economía se deteriora, como si los artífices de estas políticas fueran ciegos ante la tormenta que ellos mismos han desatado. Si no se toman decisiones rápidas y cruciales, Honduras podría presenciar la caída definitiva de su sector comercial, amenazando a familias aferradas a él como a un salvavidas.
