Walmart en el centro de la disputa comercial entre Estados Unidos y China
El gigante minorista enfrenta tensiones con proveedores chinos debido a la presión para absorber los aranceles impuestos por la administración Trump.
E.E.U.U- La reciente escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha colocado a Walmart en una posición delicada. La empresa ha solicitado a sus proveedores chinos que reduzcan sus precios para compensar los aranceles adicionales impuestos por el gobierno estadounidense, lo que ha generado fricciones con las autoridades chinas y los fabricantes locales.
En respuesta a los aranceles incrementados por la administración del presidente Donald Trump, que elevaron las tarifas sobre productos chinos del 10% al 20%, Walmart ha instado a sus proveedores en China a disminuir sus precios hasta en un 10% por cada ronda de aranceles. Esta medida busca que los proveedores asuman el costo total de los aranceles, aliviando así el impacto en los consumidores estadounidenses.
Sin embargo, esta estrategia ha encontrado resistencia. Los márgenes de beneficio de muchos proveedores chinos ya son reducidos debido a la política de Walmart de adquirir productos a precios bajos para mantener su competitividad. Algunos fabricantes han expresado que una reducción superior al 2% les resultaría insostenible, llevándolos a considerar alternativas como la adquisición de componentes de otros países, lo que podría afectar la calidad del producto.
Las autoridades chinas no han permanecido indiferentes. El Ministerio de Comercio de China convocó a ejecutivos de Walmart para abordar las preocupaciones relacionadas con la presión ejercida sobre los proveedores locales. Durante la reunión, se discutieron las posibles consecuencias de esta estrategia, incluyendo la disrupción de la cadena de suministro y la afectación de empresas chinas y estadounidenses. Se advirtió que, de persistir esta práctica, podrían tomarse medidas adicionales contra la compañía.
Medios estatales chinos, como la cadena CCTV, han calificado la exigencia de descuentos por parte de Walmart como «injusta» y potencialmente perjudicial para el comercio internacional. En mensajes difundidos en redes sociales, se ha señalado que esta postura podría distorsionar las relaciones comerciales y que China no descarta implementar acciones adicionales si la empresa continúa con esta práctica.
A pesar de las tensiones, Walmart continúa expandiendo su presencia en China, operando en más de 100 ciudades y registrando un aumento del 16% en sus ventas netas en el último año fiscal, alcanzando los 17.000 millones de dólares. No obstante, la empresa se encuentra en una encrucijada: absorber los costos adicionales, trasladarlos a los consumidores o negociar ajustes con sus proveedores, cada opción con implicaciones significativas para su negocio y relaciones internacionales.
La situación de Walmart refleja los desafíos que enfrentan las empresas globales en medio de disputas comerciales entre potencias económicas. La capacidad de la compañía para navegar estas complejidades será crucial para mantener su posición en el mercado y asegurar relaciones sostenibles con sus socios comerciales en ambos países.
La estrategia de Walmart de trasladar el peso de los aranceles a sus proveedores chinos ha desencadenado una serie de reacciones que podrían afectar su cadena de suministro y su relación con el mercado chino. La empresa deberá equilibrar cuidadosamente sus decisiones para mitigar el impacto de los aranceles sin comprometer sus alianzas comerciales ni su competitividad en el mercado global.
