Demandan a CBP por muerte evitable de niña hondureña bajo custodia en Texas
Organizaciones de derechos civiles acusan negligencia médica tras múltiples solicitudes ignoradas de auxilio por parte de la madre; la menor falleció con síntomas graves sin ser hospitalizada a tiempo.

Texas, Estados Unidos.- La muerte de Anadith Tanay Reyes Álvarez, una niña de 8 años que falleció bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), ha desatado una nueva ola de indignación luego de que organizaciones civiles presentaran una demanda por homicidio culposo contra la agencia estadounidense.
La querella fue interpuesta por Haitian Bridge Alliance y The Texas Civil Rights Project en representación de la familia de la menor, quienes aseguran que la tragedia pudo haberse evitado si se hubiera brindado atención médica adecuada a tiempo. Anadith murió el 17 de mayo de 2023 en un centro de detención de Harlingen, Texas, tras varios días de haber manifestado síntomas de enfermedad.
Según la investigación del propio CBP, entre el 14 y el 17 de mayo, la madre de la menor —originaria de Honduras— solicitó ayuda médica al menos nueve veces. La niña, nacida en Panamá, sufría fiebre, náuseas, dolor abdominal y dificultades para respirar. A pesar de haber sido evaluada en múltiples ocasiones por personal médico, no fue trasladada a un hospital sino hasta que su condición era ya crítica.
“El sufrimiento de esta familia fue ignorado. Exigimos justicia, responsabilidad y un cambio real en el sistema que permitió que esto ocurriera”, afirmaron las organizaciones en un comunicado.
Un informe independiente del monitor encargado de supervisar las condiciones de detención de menores en EE. UU. concluyó que la muerte de Anadith fue consecuencia de una cadena de negligencias que pudieron evitarse.
La demanda llega en medio de crecientes críticas al trato que reciben familias migrantes bajo custodia federal. Casos recientes han revelado que incluso madres con hijos ciudadanos estadounidenses han sido expulsadas del país, pese a que algunos menores se encontraban bajo tratamientos médicos, incluyendo quimioterapia.
Este caso vuelve a encender el debate sobre las condiciones de los centros de detención y la falta de atención médica adecuada para personas en situación de vulnerabilidad dentro del sistema migratorio estadounidense.