Trump busca cancelar fondos federales a Harvard en medio de disputa por políticas internas
La administración ordena revisar contratos por 100 millones de dólares, acusando a la universidad de discriminación y antisemitismo.

Tegucigalpa, Honduras- El gobierno del presidente Donald Trump se alista para cancelar todos los contratos federales restantes con la Universidad de Harvard, una medida que representa un golpe de 100 millones de dólares para la prestigiosa institución educativa, según informó este martes The New York Times.
La orden proviene del Comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones, Josh Gruenbaum, quien en una carta dirigida a las agencias federales instruye la revisión inmediata de todos los contratos vigentes con Harvard y sus filiales. La directriz también contempla la posible transferencia de estos servicios a otros proveedores en caso de ser considerados esenciales.
“La Administración de Servicios Generales de EE. UU. (GSA) está facilitando este proceso con el objetivo de asegurar que todos los contratos federales reflejen y defiendan las prioridades estratégicas de cada agencia”, señala el borrador del documento citado por medios estadounidenses.
La carta, fechada para este martes, solicita a las agencias responder antes del 6 de junio con un listado de contratos que serán rescindidos. Aquellos considerados críticos no se cancelarían inmediatamente, pero sí serían transferidos a terceros, según el plan del gobierno.
Esta medida forma parte de un conjunto de acciones con las que el presidente Trump ha intensificado su presión sobre Harvard. Desde abril, la administración congeló más de 3,200 millones de dólares en subvenciones y contratos y, además, intentó impedir la matrícula de estudiantes internacionales, aunque esta última acción fue temporalmente suspendida por una orden judicial.
La administración sostiene que su cruzada es una defensa de los derechos civiles, acusando a Harvard de mantener políticas “woke”, de usar criterios raciales en sus procesos de admisión y de permitir conductas antisemitas en el campus. Gruenbaum incluso afirma en su misiva que Harvard “ha seguido practicando discriminación racial (contra personas blancas)” y “muestra una alarmante indiferencia por la seguridad de los estudiantes judíos”.
Ante estos señalamientos, la Universidad de Harvard optó por responder en los tribunales. En abril, interpuso una demanda para recuperar los fondos federales y, la semana pasada, solicitó formalmente a un tribunal federal que le restituya su derecho a aceptar estudiantes internacionales.
La jueza Allison D. Burroughs concedió una medida temporal que permite a Harvard continuar con dichas matrículas mientras se celebra una audiencia este jueves, en la que se decidirá si la orden judicial se mantendrá vigente.
Actualmente, Harvard alberga a unos 6,800 estudiantes internacionales, lo que representa el 27 % de su población estudiantil. Su presidente, Alan M. Garber, advirtió que las restricciones impuestas por la administración Trump representan un posible golpe devastador para la institución.