Libre convierte aniversario del golpe de Estado en plataforma política y cierra calles en la capital
Con marchas, discursos y bloqueos, el oficialismo aprovechó la fecha del 28 de junio para advertir sobre supuestos fraudes y movilizar a sus bases.
Tegucigalpa, Honduras- Con motivo del 16.º aniversario del golpe de Estado de 2009, el Gobierno y el Partido Libertad y Refundación (Libre) organizaron este sábado una jornada de movilización que incluyó marchas, cierres de vías y actos públicos en Tegucigalpa, dejando entrever un uso político de la memoria histórica.
Desde tempranas horas, cientos de simpatizantes afines al partido de gobierno se concentraron en las cercanías de Casa Presidencial, atendiendo a la convocatoria encabezada por el expresidente Manuel Zelaya. La marcha se dirigió hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE), bajo el argumento de alertar sobre un supuesto intento de fraude de cara a los próximos comicios.
El despliegue incluyó bloqueos en importantes accesos de la ciudad, provocando molestias en la población capitalina. Comerciantes, conductores y transeúntes manifestaron su inconformidad ante el uso reiterado del espacio público para actividades partidarias que interrumpen la dinámica de la ciudad.
A las 9:30 a.m., la presidenta Xiomara Castro lideró un acto conmemorativo en el Salón Morazán, acompañada por familiares de los denominados “mártires” del golpe de Estado. En su discurso, insistió en la necesidad de justicia y advirtió nuevamente sobre “amenazas al proceso democrático”, sin presentar pruebas concretas.
La actividad fue parte de una serie de actos convocados por el oficialismo, que incluyó conciertos, presentaciones culturales y una narrativa centrada en el victimismo político, pese a que actualmente ostentan el poder ejecutivo y legislativo del país.
Sectores críticos señalan que estas jornadas no solo representan un intento por capitalizar el dolor de hechos pasados, sino que también son utilizadas como plataforma de presión y movilización electoral anticipada, empleando recursos públicos y logísticas del Estado.
La oposición ha cuestionado el uso de estas fechas como excusa para paralizar ciudades y desviar la atención de los problemas reales del país, como la inseguridad, el desempleo y la crisis económica. Además, advirtieron sobre el riesgo de que estas movilizaciones deriven en violencia, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
El golpe de Estado de 2009, que depuso a Manuel Zelaya, sigue siendo un punto de división en la política hondureña. Sin embargo, a 16 años del hecho, sectores exigen que se deje de utilizar como discurso permanente y se enfoquen en los retos presentes del país.
