Cristosal suspende operaciones en El Salvador por incremento de hostigamiento estatal
La organización de derechos humanos continuará su labor desde Honduras y Guatemala tras denunciar persecución y criminalización de su personal.

Guatemala- La ONG Cristosal anunció este jueves la suspensión de su trabajo en El Salvador, alegando una creciente represión gubernamental que ha puesto en riesgo la seguridad de su personal y la continuidad de sus actividades en defensa de los derechos humanos.
Desde una conferencia en Ciudad de Guatemala, el director ejecutivo de Cristosal, Noah Bullock, explicó que la organización se ha visto obligada a cerrar sus oficinas salvadoreñas ante lo que calificó como un entorno insostenible de vigilancia, amenazas y ataques institucionales.
Bullock detalló que, aunque la organización no abandona legalmente su presencia en El Salvador, la decisión de retirarse físicamente obedece a un patrón sistemático de presión por parte del Estado salvadoreño, que incluye vigilancia, campañas de desprestigio y hostigamiento legal contra el equipo de trabajo.
Aseguró que Cristosal no responde a intereses políticos, sino a su misión de proteger los derechos humanos y acompañar a las víctimas, y lamentó que su labor sea criminalizada en un contexto donde expresar una opinión crítica puede ser penalizado.
La organización también denunció la detención de la abogada Ruth López, jefa del área anticorrupción, como parte de una estrategia de intimidación. López permanece bajo custodia desde el 18 de mayo, sin acceso público al expediente judicial que la acusa de enriquecimiento ilícito.
Cristosal cuestionó el uso permanente del régimen de excepción por parte del gobierno de Nayib Bukele, señalando que se han desmantelado pilares fundamentales de la democracia, dejando sin garantías legales a quienes disienten o defienden derechos básicos.
En su comunicado, la ONG alertó que la libertad de expresión, la movilización pacífica y la participación ciudadana han sido reducidas por las autoridades a comportamientos sancionables, lo que limita gravemente la labor de la sociedad civil.
A pesar del cierre en El Salvador, Cristosal continuará operando desde sus oficinas en Honduras y Guatemala, asegurando que reestructurarán su trabajo para seguir visibilizando los abusos y dando voz a las víctimas de violencia estatal y de grupos criminales.