Las aulas se vacían y las clases se trasladan al hogar por brote respiratorio
El sistema educativo entra en pausa presencial mientras autoridades activan protocolos de prevención en todo el país.
Tegucigalpa, Honduras.- En lugar del bullicio habitual y las filas de estudiantes entrando a clase, este lunes las escuelas de Honduras despertaron en silencio. La decisión de cerrar temporalmente los centros educativos ha transformado la rutina escolar, obligando a estudiantes y docentes a continuar sus actividades desde casa.
La causa: un repunte alarmante de virus respiratorios que amenaza con saturar los hospitales del país. La Secretaría de Educación ordenó la suspensión de actividades presenciales durante una semana, medida que se extiende a todos los niveles y regiones.
La instrucción, firmada por el ministro Daniel Sponda, plantea un cambio inmediato a clases virtuales, con especial énfasis en buscar soluciones alternas en comunidades sin acceso a internet. El objetivo es claro: frenar los contagios sin detener por completo el aprendizaje.
Instituciones educativas emblemáticas como el INTAE y el Técnico Honduras ya aplican plataformas digitales para mantener activos los contenidos. En paralelo, el Gobierno también adoptó el teletrabajo para sus empleados como una forma de reducir la movilidad general.
El incremento de casos de COVID-19, influenza, VSR y otros virus respiratorios encendió las alertas en el sistema sanitario, que reporta una presión creciente en centros asistenciales públicos. De mantenerse la tendencia, podrían tomarse nuevas medidas restrictivas en los próximos días.
Entre tanto, familias, maestros y estudiantes se adaptan una vez más a la enseñanza remota, en una semana que pone a prueba la capacidad del país para responder ante emergencias sin interrumpir por completo la educación.
