Católicos y evangélicos llaman a marchar el 16 de agosto, pero la Iglesia aclara que no se prestará al juego político
Obispos invitan a orar por Honduras sin banderas partidarias, mientras sectores intentan colgarse de la convocatoria.

Tegucigalpa, Honduras.- La Iglesia Católica vuelve a hacer un llamado al pueblo hondureño, esta vez para salir a las calles el 16 de agosto, pero con un objetivo muy distinto al de las campañas políticas: orar por el país. La actividad será una caminata de fe, organizada junto a la Confraternidad Evangélica, y aunque ya ha provocado reacciones encontradas, los obispos marcan distancia con cualquier intención de politizarla.
“No se trata de apoyar a nadie, ni de interferir en el proceso electoral”, han dejado entrever los líderes católicos en su más reciente pronunciamiento. La convocatoria, dicen, nace desde la fe y busca promover la paz, el respeto a la democracia y el compromiso ciudadano sin adoctrinamiento partidario.
La respuesta llega en medio de intentos de algunos sectores de atribuirle un tinte político a la caminata. Ante eso, la Iglesia ha querido poner límites claros: no van a prestarse a intereses electorales ni permitir que el mensaje espiritual sea distorsionado.
Aunque reconocen que la iniciativa ha provocado opiniones divididas, insisten en que su rol es netamente pastoral. “Cada quien es libre de elegir a quién apoyar, pero nosotros no tenemos candidato”, recalcan, en un momento donde muchos buscan arrastrar simpatías religiosas a sus filas.
El evento, que se realizará el próximo 16 de agosto, será una jornada de oración pública. Y los organizadores ya lanzaron una invitación general: orar no solo por Honduras, sino también por quienes buscan llegar al poder, para que lo hagan con honestidad, justicia y vocación de servicio.
En un país donde lo religioso y lo político suelen mezclarse con facilidad, la Iglesia marca la cancha y recuerda que no todo llamado masivo es sinónimo de respaldo electoral.