Gobierno e industriales valoran importar arroz con condiciones específicas
Autoridades hondureñas y el sector industrial analizan la viabilidad de adquirir arroz del extranjero, siempre que se cumplan criterios que protejan a los productores nacionales y garanticen soberanía alimentaria.

Tegucigalpa, Honduras.- El gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), sostuvo un encuentro con representantes de la industria arrocera para discutir la compra de este grano en el extranjero bajo “ciertas consideraciones”.
La ministra Laura Suazo lideró la reunión en la zona norte del país, donde se analizó cómo garantizar la compra de la cosecha nacional 2025 y fortalecer la relación entre la agroindustria y los productores locales. Según explicó, también se revisaron mecanismos para incrementar la producción, que en los últimos años ha mostrado una caída preocupante.
“Se abordaron temas como el aumento de la producción nacional, la importación bajo el Tratado de Libre Comercio (TLC-CAFTA) y el interés de adquirir arroz en otros países. Fue una reunión muy productiva porque existe disposición de la agroindustria para establecer un convenio voluntario que respalde la producción local”, indicó Suazo.
La funcionaria agregó que se construirá una planta de semillas en el país, al tiempo que se evalúa importar semillas de otras naciones para replicar variedades en Honduras. Asimismo, mencionó ensayos de nuevas cepas de arroz de interés para la industria molinera, lo que apunta a un sistema de producción con mayor rendimiento. También señaló la necesidad de renovar la maquinaria agrícola, cuya obsolescencia provoca pérdidas en las cosechas.
El panorama actual revela la fuerte dependencia del país respecto a las importaciones. Mientras el consumo nacional anual ronda los 5 millones de quintales, la producción interna apenas alcanza los 500 mil. En 2024, Honduras importó 247.5 millones de kilogramos de arroz, equivalentes a 114.4 millones de dólares, de los cuales el 96.2% provino de Estados Unidos, consolidado como el principal proveedor.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), esta concentración representa un riesgo para la seguridad alimentaria, especialmente ante eventuales cambios en la política comercial estadounidense. Por ello, el informe concluye que resulta urgente implementar incentivos a la producción, mejorar la infraestructura agrícola y ampliar el acceso a nuevas tecnologías, con el objetivo de reducir la dependencia externa y asegurar el abastecimiento de este producto esencial en la canasta básica hondureña.