En Honduras cambian los fiscales, pero no las mañas, acusa Barrientos
El constitucionalista denuncia que Johel Zelaya protege al oficialismo y persigue únicamente a la oposición, dejando sin investigar casos de corrupción de funcionarios cercanos al gobierno.
Tegucigalpa, Honduras.- En Honduras la Fiscalía debería ser árbitro, pero el constitucionalista Juan Carlos Barrientos asegura que hoy funciona como un jugador más dentro del tablero político. Su señalamiento apunta directamente al fiscal general, Johel Zelaya, a quien acusa de perseguir a la oposición mientras mantiene intocados expedientes de corrupción que rozan a funcionarios cercanos al gobierno.
Para Barrientos, lo ocurrido con Sedesol es el mejor ejemplo: un caso que califica de “corrupción descarada” y que, aun así, no ha generado un solo requerimiento fiscal. El abogado recuerda también las denuncias que involucran a Carlos Zelaya y a la directora de Dinaf, ambas sin respuesta.
“El fiscal parece empleado de Libre y no del Estado”, lanzó Barrientos, convencido de que la institución se utiliza para simular imparcialidad mientras se protege a los aliados del poder.
El jurista incluso comparó la actual gestión con la del exfiscal Óscar Chinchilla, señalado por engavetar expedientes en favor del Partido Nacional y de Juan Orlando Hernández. “Lo que tanto criticaban, ahora lo practican igual”, advirtió.
Frente a esta realidad, Barrientos propone reformas constitucionales y a la Ley del Ministerio Público para impedir que la Fiscalía siga al servicio de los gobiernos de turno.
