El diputado del Partido Liberal lanza duras críticas contra el sistema y la parálisis legislativa, revelando que muchos proyectos de ley quedan en el olvido por decisiones discrecionales de la presidencia del Congreso.
Tegucigalpa, Francisco Morazan .-. El descontento dentro del Congreso Nacional de Honduras parece estar alcanzando niveles insostenibles. El diputado del Partido Liberal, Yahvé Sabillon, rompió el silencio y dejó en claro las profundidades de la crisis legislativa, admitiendo lo que muchos ya sospechaban: el Legislativo está sumido en un caos absoluto, donde la mayoría de los 128 diputados parecen ser simples marionetas del presidente del Congreso.
Sabillón reveló que la Ley Orgánica del Congreso ha ‘secuestrado’ las capacidades de los diputados, dejándolos completamente paralizados ante la falta de convocatoria por parte de Luis Redondo. “Si el presidente del Congreso no convoca, no podemos hacer nada. ¡Nada! Estamos atrapados en un sistema que nos ha convertido en espectadores de un circo que nunca termina”, expresó el legislador con enojo. La situación ha sido tan extrema que, según Sabillón, la única forma de actuar sería “ir a las instalaciones del Congreso con 50 diputados y tratar de irrumpir” para hacer valer la ley.
Pero las críticas no se detuvieron ahí. El congresista denunció que, además de la parálisis legislativa, muchos proyectos clave no se han debatido o aprobado simplemente porque no se les da la oportunidad de ser presentados. «Yo tenía un proyecto sobre la formación de especialistas médicos para cubrir áreas críticas de salud, pero nunca se me dio la palabra. Y no soy el único, hay muchos compañeros con proyectos valiosos que están en el limbo por decisiones arbitrarias», agregó.
El descontento de los hondureños con el Congreso es más que evidente, y Sabillón no dudó en señalar que la institución no ha logrado cumplir con las expectativas de la población. «El pueblo está molesto, y con justa razón. Este Congreso no ha llenado las expectativas de nadie. El malestar es real, y no podemos seguir ignorándolo», concluyó el diputado.
La crisis en el Congreso no es solo un problema interno, sino que refleja la creciente frustración del pueblo hondureño con una institución que, según muchos, ha perdido toda credibilidad y efectividad. ¿Hasta cuándo seguirá la parálisis legislativa que perjudica a miles de ciudadanos?
