Estados Unidos lanza ofensiva militar en Nigeria y Trump la vincula a violencia religiosa
La Casa Blanca señala al Estado Islámico como objetivo, mientras Nigeria rechaza acusaciones de persecución contra cristianos.
Una operación militar estadounidense ejecutada el 25 de diciembre en territorio nigeriano volvió a colocar a Nigeria en el centro del debate internacional, luego de que el presidente Donald Trump atribuyera los bombardeos a presuntos ataques contra comunidades cristianas, una versión que ha sido cuestionada por las autoridades locales.
El mandatario estadounidense aseguró que fuerzas de su país atacaron campamentos del Estado Islámico en el noroeste de Nigeria, calificando la acción como una respuesta directa a hechos de violencia que, según él, habrían sido cometidos por milicianos islamistas.
Trump difundió el anuncio desde Florida, donde pasa las festividades, señalando que la ofensiva fue “letal” y que había sido advertida con anterioridad. No obstante, el gobierno estadounidense no presentó pruebas que respalden la existencia de una masacre dirigida específicamente contra cristianos.
Horas más tarde, el Ejército nigeriano confirmó que la operación fue desarrollada de manera coordinada con Estados Unidos, en el marco de la lucha contra grupos extremistas activos en zonas fronterizas con Níger.
De acuerdo con información del Comando África de EE. UU., la acción incluyó el lanzamiento de más de diez misiles desde un buque desplegado en el golfo de Guinea, provocando la muerte de varios combatientes en el estado de Sokoto, aunque sin cifras oficiales definitivas.
Las autoridades nigerianas rechazaron el planteamiento de que exista una persecución religiosa sistemática, asegurando que la violencia armada afecta por igual a poblaciones cristianas y musulmanas.
El portavoz militar Samaila Uba indicó que los ataques se sustentaron en inteligencia confiable y planificación operativa, con el objetivo de reducir la capacidad de los grupos terroristas y evitar daños a la población civil.
Nigeria enfrenta desde 2009 una escalada de violencia impulsada por Boko Haram y su facción disidente, el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental, responsables de miles de muertes y millones de desplazados en África occidental.
