Comunidades misquitas construyen campamentos en Mocorón para protestar contra la megacárcel del gobierno

Los pueblos originarios de La Mosquitia se mantienen firmes en su lucha contra la construcción del Centro de Reclusión de Emergencia, que consideran una invasión a sus tierras ancestrales

Como parte de su lucha en contra del Centro de Reclusión de Emergencia (CRE), las comunidades misquitas han avanzado en la construcción de campamentos en el sector de Mocorón, en el departamento de Gracias a Dios. Esta acción es un claro reflejo de su firme rechazo a la construcción de la megacárcel anunciada por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro.

Las comunidades que se mantienen en protesta y alerta han calificado la construcción de la cárcel como una “invasión” a sus tierras ancestrales, lo que ha generado un rechazo contundente. En respuesta, los pueblos originarios han comenzado a erigir campamentos en la zona, los cuales están siendo financiados mediante donaciones de personalidades locales comprometidas con la causa.

Actualmente, se han instalado cuatro campamentos que albergarán a los manifestantes mientras persista la amenaza de la construcción de la megacárcel en ese sector. Además, los pueblos originarios de La Mosquitia continúan llegando a Mocorón para unirse a las protestas, fortaleciendo cada vez más el movimiento.

Los 23 Consejos Territoriales de la región se han unido en una sola voz para rechazar la instalación de la cárcel en su territorio, exigiendo que el gobierno respete sus derechos territoriales y la integridad de sus tierras. Ante la falta de una respuesta favorable, los manifestantes han advertido que, si no se suspende el proyecto, llevarán sus protestas hasta la capital hondureña, donde continuarán luchando por la defensa de su territorio y su cultura.

El conflicto por la construcción del CRE sigue escalando, y la comunidad misquita mantiene su determinación de luchar por sus tierras, la protección de su patrimonio y la preservación de su estilo de vida. La situación continúa en tensión, y se espera que las protestas crezcan conforme avance el proceso de construcción de la megacárcel.

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