El ministro de Educación, Daniel Sponda, culpa a la oposición política de frenar el aumento salarial, mientras los docentes del sector público ven cómo se desvanece la esperanza de un reajuste antes del inicio del año escolar

Tegucigalpa, Francisco Morazán .-. La incertidumbre rodea el prometido reajuste salarial para más de 60,000 maestros del sector público. Según el ministro de Educación, Daniel Sponda, el aumento no podrá materializarse en enero debido a la falta de respaldo de la oposición política en el Congreso Nacional.
El incremento salarial, consignado en el Presupuesto General con un aumento de 3,000 millones de lempiras para Educación, había sido anunciado como un paso importante para mejorar las condiciones laborales de los docentes. Con un salario base actual de 15,363 lempiras, el reajuste debería situar los ingresos entre 16,000 y 21,000 lempiras, con un incremento proyectado de entre 1,300 y 2,800 lempiras.
Sin embargo, la realidad dista mucho de las promesas iniciales. “Hoy peligra el reajuste salarial. Ya cerramos planillas del mes de enero, y este mes no es posible que se vea reflejado el aumento”, afirmó Sponda en declaraciones recientes. Según el funcionario, la oposición política ha impedido la aprobación del presupuesto necesario para cumplir con el compromiso adquirido por la presidenta.
En diciembre de 2024, la Secretaría de Educación aseguró que el reajuste beneficiaría a decenas de miles de maestros, pero con el inicio del año escolar 2025 a menos de un mes, no hay señales de que el aumento llegue a tiempo. Esto ha generado descontento en el gremio docente, que esperaba ver reflejado el compromiso en sus ingresos este mes.
El ministro Sponda subrayó que el gobierno sigue comprometido con mejorar las condiciones salariales de los maestros, pero señaló que la falta de voluntad política de algunos sectores representa un obstáculo significativo. “El reajuste está programado, pero los bloqueos en la aprobación presupuestaria afectan directamente a nuestros maestros, quienes merecen mejores condiciones para seguir educando al país”, concluyó.
Mientras tanto, los maestros enfrentan un inicio de año escolar cargado de incertidumbre, con la promesa de un aumento que, por ahora, sigue siendo eso: una promesa.