OMS advierte sobre el riesgo a millones de vidas tras la decisión de EE. UU. de detener programas de VIH en países en desarrollo
La paralización de los programas PEPFAR, que benefician a 20 millones de personas, podría causar un aumento en infecciones y muertes relacionadas con el sida, señala la Organización Mundial de la Salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó hoy su grave preocupación ante la decisión del nuevo gobierno de Estados Unidos de detener sus programas de distribución de medicamentos para personas con VIH en países en desarrollo, advirtiendo que esta medida pondría en riesgo millones de vidas.
Según la OMS, una interrupción abrupta y prolongada de estos programas, conocidos como PEPFAR (Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del Sida), no permitiría una transición controlada, lo que podría resultar en un aumento significativo de infecciones y muertes, además de revertir décadas de progreso en la lucha contra el VIH.
Los programas PEPFAR, establecidos en más de 50 países, benefician a alrededor de 20 millones de personas, incluidos 566,000 niños. La OMS subrayó que la detención de estos programas «podría devolver al mundo a los años 80 y 90, cuando millones de personas morían al año de sida». De acuerdo con la OMS, estos programas han sido cruciales para la prevención de la transmisión del VIH, y su interrupción podría socavar los esfuerzos para reducir la propagación del virus en países vulnerables.
La administración del presidente Donald Trump ha ordenado el fin de la distribución de medicamentos contra el VIH adquiridos con ayuda humanitaria estadounidense, incluso si los tratamientos ya están en los centros de salud. Esta decisión forma parte de un plan más amplio de paralización de la ayuda exterior, iniciado la semana pasada, que también incluyó la salida de Estados Unidos de la OMS, un proceso que ya había comenzado durante su primer mandato pero que no se concretó debido al cambio de administración con la llegada de Joe Biden.
El impacto de la decisión es significativo, ya que casi 40 millones de personas en el mundo viven con VIH, y más de 30 millones dependen de programas de financiación extranjera para acceder a tratamientos con antirretrovirales. En 2023, 1,3 millones de personas contrajeron el VIH, y unas 630,000 personas perdieron la vida debido a enfermedades relacionadas con el sida. La OMS subrayó que, sin los programas de PEPFAR, millones de vidas podrían estar en riesgo.