Latinoamérica en Crisis: Recorte a USAID Deja Programas Sociales al Borde del Colapso
La región de América Latina enfrenta un desafío significativo con la suspensión de los fondos y el recorte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En 2024, USAID aportó 2.300 millones de dólares a la región, apoyando programas cruciales en áreas como salud, educación y desarrollo rural. Esta decisión no solo pone en peligro proyectos esenciales sino que también amenaza la continuidad de iniciativas en más de 130 países
El impacto del recorte es particularmente preocupante en países como Colombia, donde USAID proporcionó cerca de 400 millones de dólares anuales para programas humanitarios y cooperación judicial. La suspensión afecta directamente a organizaciones sociales y humanitarias que dependen del financiamiento estadounidense para operar. Además, esta medida temporal inicialmente se ha convertido en una situación incierta debido a las declaraciones sobre el futuro mismo de USAID
Uno de los sectores más afectados por este recorte es la gestión migratoria. Aunque este tema ha sido prioritario para la Administración Trump, ahora enfrenta un panorama incierto debido al cese del financiamiento destinado a entidades clave como Migración Colombia y programas relacionados con refugiados del Departamento de Estado. Esto limitará aún más las capacidades operativas en zonas críticas como las fronteras con Venezuela y Ecuador.
Además del impacto migratorio, Brasil y Perú expresan preocupación por posibles disminuciones en fondos destinados a proteger la Amazonía y combatir el narcotráfico. En Brasil, acuerdos previos comprometían inversiones significativas hasta 2030 para preservar ecosistemas amazónicos.Mientras tanto, Perú podría perder acceso a importantes recursos financieros que apoyaban iniciativas contra el narcotráfico.
En otros países latinoamericanos como Guatemala y Honduras, proyectos vitales están bajo amenaza. En Guatemala se han congelado fondos por valor cercano a los 275 millones dólares destinados originalmente al fortalecimiento judicial, educativo o sanitario; mientras que Honduras verá afectadas áreas clave como educación o agricultura junto con lucha contra corrupción institucionalizada. Estas reducciones obligan ahora al gobierno regional asumir mayores responsabilidades financieras frente al vacío dejado por USAID.
