Alerta internacional: violencia sexual para silenciar manifestantes crece en Honduras y América Latina

Alerta internacional: violencia sexual para silenciar manifestantes crece en Honduras y América Latina

El uso de tácticas como desnudez forzada, tocamientos, violaciones con objetos y requisas invasivas busca deshumanizar y amedrentar a manifestantes, especialmente mujeres, personas LGBTIQ+ y grupos marginados.

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Londres, Honduras.- El uso de la violencia sexual y basada en género (VSBG) para reprimir protestas pacíficas se ha convertido en un patrón creciente y alarmante en América Latina, denunció la organización humanitaria REDRESS.

En su primer informe sobre este tema, la ONG con sede en Londres documentó casos recientes en Argentina, Chile, Colombia, Honduras, México, Nicaragua, Perú y Venezuela. Según el reporte, actores estatales recurrieron a prácticas como desnudez forzada, violaciones con objetos, requisas invasivas, acoso sexual y tocamientos inapropiados contra manifestantes.

REDRESS subraya que esta represión política y social va acompañada de intentos por reducir el espacio cívico mediante la criminalización de las protestas, detenciones masivas y leyes que blindan a las fuerzas de seguridad frente a la rendición de cuentas.

El documento, elaborado junto con la Academia de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la American University y la Red Latinoamericana de Litigio Estratégico en Violencia de Género (ReLeG), advierte que la VSBG se utiliza como arma contra mujeres, personas LGBTIQ+ y comunidades marginadas. Muchas víctimas permanecen en silencio por miedo, vergüenza, estigma social o desconfianza en la justicia, lo que perpetúa la impunidad.

La investigación también señala un fracaso sistemático de las autoridades en aplicar un enfoque de género en las políticas de seguridad, lo que constituye un desprecio hacia las normas internacionales de derechos humanos. Asimismo, recuerda que la herencia de racismo, clasismo, colonialismo y represión política en la región ha creado un entorno donde la impunidad prospera y la protesta pacífica se percibe como amenaza, en lugar de derecho.

“La violencia sexual en protestas es una herramienta deliberada de represión. Busca deshumanizar, silenciar y desalentar la participación política de mujeres y personas de diversas identidades y orientaciones sexuales”, afirmó la directora jurídica de REDRESS, Alejandra Vicente.

El informe incluye ejemplos recientes como las protestas poselectorales de 2024 en Venezuela, donde se reportaron amenazas de violación, tocamientos, desnudez forzada y requisas invasivas contra detenidos. En un caso, un hombre fue sometido a descargas eléctricas en sus genitales por ser percibido como opositor político, mientras a mujeres arrestadas se les impidió ejercer derechos reproductivos, como el de amamantar.

En Colombia, durante el paro nacional de 2021, organizaciones civiles registraron numerosos abusos sexuales cometidos por la fuerza pública. Entre ellos, el caso de tres manifestantes y una periodista agredidos durante requisas, y otro en el que jóvenes fueron encerrados con presos mientras la policía los instaba a violarlos, obligando a uno de ellos a practicar sexo oral.

sinfiltrohns@gmail.com
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