Crimen organizado amenaza estabilidad y confianza en gobiernos de América Latina
Informe de la Universidad Internacional de Florida advierte que su influencia ya cruza fronteras y afecta instituciones públicas.

América Latina enfrenta un desafío creciente: grupos criminales que operan más allá de sus países de origen y cuyo impacto alcanza instituciones y economías nacionales, según un reciente estudio de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El análisis revela que la población percibe al crimen organizado como la mayor amenaza en la región, con especial preocupación en Ecuador, Brasil, Chile y México, donde los ciudadanos lo consideran un riesgo crítico para la estabilidad de sus países. Otros Estados como Colombia, Paraguay y Perú también muestran niveles altos de alarma.
El autor del informe, Erich De La Fuente, señala que estas organizaciones funcionan cada vez más como empresas transnacionales, combinando actividades ilícitas con negocios legales y ejerciendo presión sobre la política y la economía. Esta expansión ha debilitado la confianza ciudadana en los gobiernos y ha generado una percepción de crisis institucional.
El estudio advierte que los efectos no se limitan a la seguridad: la infiltración criminal afecta el desarrollo económico, el turismo y el empleo, mientras que la falta de respuestas efectivas alimenta la desconfianza social y dificulta la lucha contra otras amenazas, como el narcotráfico.
Los expertos concluyen que para enfrentar esta red de influencia criminal es necesario reforzar instituciones, mejorar la transparencia y generar resultados tangibles en desarrollo y seguridad, combinando estrategias de justicia y políticas públicas efectivas para restaurar la confianza ciudadana.






