Cuestionan rol de las Fuerzas Armadas y exigen salida del jefe del Estado Mayor
Defensores de Honduras alerta sobre el uso político de los militares y pide depurar la cúpula castrense antes de las elecciones de noviembre.

Tegucigalpa, Honduras.- La organización civil Defensores de Honduras encendió las alarmas este lunes al denunciar una creciente interferencia política dentro de las Fuerzas Armadas. En un comunicado público, exigieron la remoción inmediata del general Roosevelt Hernández, actual jefe del Estado Mayor Conjunto, por considerar que ha desviado a la institución de su rol constitucional.
A juicio del colectivo, declaraciones recientes del alto mando militar —donde se refiere a la institución como “instrumento del poder político”— violan el principio de neutralidad establecido en la Constitución de la República. Además, señalan una serie de incidentes recientes que, según dicen, evidencian la pérdida de independencia de la cúpula militar.
Entre ellos, citan el retraso prolongado en el traslado de material electoral, la aparición sin invitación del jefe militar en sesiones del Consejo Nacional Electoral (CNE), y presuntas presiones indebidas contra periodistas y medios de comunicación.
“Estas conductas no solo son irregulares, sino que representan delitos graves contra la democracia y podrían calificarse como traición a la patria”, advierte la organización.
Defensores de Honduras no solo exige el relevo del general Hernández, sino también una renovación completa del alto mando de las Fuerzas Armadas, argumentando que las actuales autoridades no brindan garantías para un proceso electoral transparente.
Con las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre de 2025, la organización sostiene que no es viable confiar el resguardo del material electoral a quienes ya fallaron durante el proceso interno.
Además, hizo un llamado a los partidos políticos, ciudadanos y observadores internacionales a mantenerse vigilantes frente a cualquier intento de manipulación partidaria de la institución castrense.
“Si no se corrige el rumbo ahora, las elecciones podrían desarrollarse bajo una sombra de duda y desconfianza que el país no se puede permitir”, concluyeron.