Decreto de emergencia financiera deja al descubierto la fragilidad fiscal del Estado
Finanzas concentrará recursos dispersos mientras crecen embargos, deudas y compromisos sin respaldo.

Tegucigalpa, Honduras.- La emisión del Decreto Ejecutivo PCM 38-2025 marca un punto de quiebre en la administración financiera del Estado hondureño. Sin anunciarlo de forma directa, el Ejecutivo activó un mecanismo excepcional para reunir liquidez en un momento de fuerte tensión sobre las finanzas públicas.
La disposición autoriza a la Secretaría de Finanzas a reagrupar recursos que permanecían dispersos en cuentas de instituciones del sector público no financiero, trasladándolos al control central de la Tesorería Nacional para atender compromisos inmediatos.
El trasfondo del decreto es un deterioro acumulado de la caja estatal, presionada por embargos judiciales, rescates financieros, obligaciones pendientes y préstamos que no lograron respaldo legislativo. Esta combinación ha reducido de forma drástica la capacidad operativa del Gobierno.
Según el diagnóstico incorporado en el propio decreto, el faltante de liquidez supera los 20 mil millones de lempiras. A ello se suman más de 4,000 millones ejecutados vía embargos, más de 8,000 millones en financiamiento bloqueado, millonarios aportes a la ENEE y atrasos en transferencias a municipalidades.
La norma establece que solo podrán recuperarse fondos que no estén comprometidos legalmente, pero introduce un cambio relevante en la gestión del dinero público: la recentralización total de la liquidez como respuesta a un escenario fiscal cada vez más limitado.






