El gusano barrenador regresa y amenaza a Honduras por una década más
La plaga ya afecta a miles de animales y humanos; la técnica tradicional para controlarla pierde efectividad ante su rápida expansión.

Tegucigalpa, Honduras.- Lo que parecía un problema superado hace casi 30 años vuelve a poner en jaque a Honduras. El gusano barrenador, una plaga que afecta tanto a animales como a personas, ha reaparecido con fuerza y ya está presente en los 18 departamentos del país. Las autoridades y expertos advierten que conviviremos con esta amenaza al menos por los próximos diez años.
Con más de 1,800 animales infectados y un número creciente de personas afectadas, la situación preocupa. Las cifras oficiales registran alrededor de 100 casos humanos confirmados, pero se sospecha que la enfermedad está mucho más extendida, en parte porque muchos ganaderos temen reportar los casos por miedo a perder su ganado, su sustento principal.
La técnica tradicional para combatir la plaga, que consiste en liberar moscas macho estériles para controlar la población, ha perdido efectividad debido a la rápida y amplia propagación del gusano. Además, la enfermedad ya no se limita al ganado vacuno, sino que afecta a perros, gatos, caballos, aves y otros animales.
El impacto económico para los productores es fuerte: cada animal enfermo puede generar gastos entre tres mil y cinco mil lempiras, además de la pérdida en la calidad de la producción. Esta realidad ha encendido las alarmas en el sector ganadero y en las autoridades sanitarias.
El doctor Jorge Torres, responsable de la vigilancia de enfermedades zoonóticas en la Secretaría de Salud, advierte que, aunque la plaga fue erradicada en los 90, las circunstancias actuales son más complejas. La enfermedad se ha vuelto más difícil de controlar y las instituciones encargadas están al límite de su capacidad para responder.