Erick Tejada: “Sin El Tablón, Honduras no resistirá los efectos del cambio climático”
El funcionario advierte que la represa es clave para proteger el Valle de Sula y muestra avances importantes en su socialización.
Tegucigalpa, Honduras- El titular de la Secretaría de Energía y gerente interino de la ENEE, Erick Tejada, aseguró que si el país no construye la represa multipropósito El Tablón, será inviable resistir los impactos del cambio climático, especialmente en el Valle de Sula, una de las zonas más vulnerables del país.
Tejada indicó que Honduras nunca había estado tan cerca de ejecutar este megaproyecto en más de cuatro décadas, y reconoció que la resistencia social es natural en procesos de esta magnitud. Sin embargo, enfatizó que la mayoría de la población comprende que se trata de una obra necesaria para el bienestar colectivo y la protección del territorio.
Según el funcionario, la segunda fase de socialización ha generado una respuesta positiva, especialmente cuando se explicó que la represa también contempla obras de mitigación como diques y muros de contención para proteger zonas críticas como La Lima, Baracoa, San Manuel y el aeropuerto internacional de San Pedro Sula.
“La gente mostró gran entusiasmo al conocer que el proyecto no solo almacenará agua, sino que también prevendrá inundaciones que históricamente han causado daños severos en el Valle de Sula”, dijo Tejada al destacar el respaldo social creciente.
Asimismo, detalló que se firmó un convenio con la Mancomunidad de Municipios del Valle de Quimistán para avanzar en la socialización del proyecto. Las autoridades prevén iniciar su construcción en octubre de este año con un presupuesto de 300 millones de dólares.
Tejada subrayó que el país necesita consensos amplios para concretar iniciativas de esta naturaleza. “Sin un pacto nacional que respalde obras estratégicas como esta, será muy difícil para Honduras enfrentar fenómenos extremos que se intensifican con el cambio climático”, alertó.
El proyecto El Tablón ha sido concebido como una obra clave en la lucha por la resiliencia climática del país. Aunque genera debate, su ejecución es vista como una necesidad urgente para evitar nuevas tragedias en el Valle de Sula, una región que ya ha vivido desastres como los provocados por las tormentas Eta y Iota.
