Estados Unidos ratifica ultimàtum a la cúpula chavista
Washington fija un ultimátum de 60 días al chavismo para negociar su salida.

Washington, Honduras.- Tras semanas sin respuesta a los intentos de comunicación de Jorge y Delcy Rodríguez con funcionarios estadounidenses, Washington rompió el silencio con un mensaje firme: la negociación no busca una transición democrática, sino una salida pactada y segura para los principales dirigentes chavistas.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, el gobierno de Estados Unidos ratificó su ultimátum de 60 días, advirtiendo que, de no aceptar los términos, se pondrá en marcha una operación rápida y precisa para la captura de los implicados. En caso de que dicha acción represente un riesgo elevado, se ha dejado claro que los objetivos podrían ser eliminados, priorizando la seguridad de las fuerzas aliadas y la estabilidad regional.
Dentro del chavismo, el nerviosismo aumenta. Aunque los líderes intentan proyectar fortaleza ante la ciudadanía, en privado reconocen que el ejército carece de la inteligencia y la tecnología necesarias para proteger a sus altos mandos en caso de una intervención externa.
La preocupación se agrava con el despliegue de un portaaviones estadounidense en el Caribe, cuya capacidad aérea triplica a la de toda la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Este desequilibrio estratégico ha encendido las alarmas en Miraflores y acelerado los debates internos sobre posibles rutas de escape o una negociación de entrega.
A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez la propuesta no contempla una transición política, sino la retirada ordenada de los líderes chavistas, bajo condiciones específicas y garantías de seguridad personal. Una transición democrática quedaría en manos de actores civiles y de la comunidad internacional, una vez concretada la salida del núcleo gobernante.
Ni Jorge ni Delcy Rodríguez han dado declaraciones sobre el ultimátum. Nicolás Maduro, por su parte, ha evitado mencionarlo directamente, aunque en sus discursos ha insistido en la “resistencia revolucionaria” y acusa a Washington de ejercer “chantaje imperial”.
Con el plazo de 60 días ya en curso, la comunidad internacional observa con atención. La cúpula chavista enfrenta una decisión crítica: negociar su salida o exponerse a una intervención quirúrgica que podría cambiar el destino del país en cuestión de horas.