Funcionario de gobierno respalda violencia de colectivos de Libre en el Congreso
Benedicto Santos, viceministro de Copeco, respaldó las acciones del grupo oficialista durante la sesión del CNE, alegando “provocación suficiente”.

Tegucigalpa, Honduras- En un intento por defender lo indefendible, el viceministro de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco), Benedicto Santos, justificó la irrupción de los colectivos del partido Libre en el hemiciclo legislativo, durante la intervención de los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Santos, quien reconoció públicamente su pertenencia a los colectivos de Libertad y Refundación, afirmó que estas acciones deben verse desde su “génesis”, insinuando que los disturbios fueron consecuencia de provocaciones. “Los colectivos de Libre no somos mansas palomas, tampoco vamos a hacer algo si no hay una provocación suficiente”, expresó, reviviendo nuevamente los alegatos de fraude en los comicios de 2013 y 2017.
El viceministro argumentó que hay motivos para que los colectivos estén en alerta, señalando que, según él, existen intenciones dentro del CNE para alterar el proceso electoral. “El representante de Libre, Marlon Ochoa, hace más de un mes lo advirtió: dos consejeras querían darle un giro distinto a la normativa”, sostuvo.
Lejos de condenar los actos de intimidación ocurridos en el Congreso, Santos minimizó la gravedad de la situación y sugirió que los señalamientos deben repartirse también hacia la oposición. “Si hay delito en un colectivo, que lo lleven preso, pero también deben hablar del prevaricato que estarían cometiendo dos consejeras al cambiar la orientación de la ley electoral”, declaró, sin presentar pruebas.
Este tipo de declaraciones no solo reflejan una peligrosa permisividad institucional, sino que refuerzan la narrativa de impunidad ante hechos violentos protagonizados por simpatizantes del oficialismo.
La ciudadanía ha sido testigo de cómo el hemiciclo, que debería ser espacio de debate democrático, fue convertido en escenario de agresiones verbales y físicas, mientras funcionarios públicos como Santos se dedican a justificar estos atropellos.
Analistas advierten que la defensa abierta por parte de un funcionario de alto rango a estos grupos de choque evidencia una alineación preocupante entre el poder político y estructuras que operan al margen del respeto institucional.
En lugar de llamar a la mesura, Santos eligió desviar la atención señalando presuntos delitos de las consejeras del CNE, lo que, lejos de aportar a la transparencia del proceso, abona al clima de confrontación y deterioro democrático que vive el país.