El Legislativo enfrenta un bloqueo político mientras la nación se prepara para iniciar el 2025 sin un plan fiscal aprobado, afectando sectores clave como salud, educación y el CNE.
Tegucigalpa, Francisco Morazan .-. A pocos días de finalizar el 2024, Honduras enfrenta una nueva crisis legislativa. Por segundo año consecutivo, el Congreso Nacional cerrará el año sin aprobar el Presupuesto General de la República, dejando en el limbo las proyecciones fiscales para el 2025. La falta de consensos y las divisiones entre las bancadas políticas han paralizado el avance de esta legislación clave, sumiendo al país en la incertidumbre económica y administrativa.
Las sesiones convocadas durante las últimas semanas terminaron sin éxito, ya sea por la falta de quórum o por los enfrentamientos políticos entre los diputados del oficialismo y la oposición. A pesar de múltiples intentos, la aprobación del presupuesto quedó como tarea pendiente para el próximo año.
Oved López, diputado del partido Libertad y Refundación (Libre), admitió que las posibilidades de alcanzar un acuerdo antes de que finalice el año son prácticamente nulas. “Ya para este año es difícil, faltan muy pocos días, aún no se logran los consensos. Vamos a esperar hasta los primeros días de enero”, señaló.
Por su parte, María Antonieta Mejía, diputada del Partido Nacional, lanzó duras críticas hacia el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, a quien calificó como “ilegal” e “ilegítimo” por su manejo del proceso legislativo. “Llegamos al final de este año legislativo sin consensos claros sobre el presupuesto. Hay 358 artículos que merecen una discusión a fondo; sin embargo, el presidente ilegal del CN insiste en imponerlo de manera arbitraria, ignorando los reclamos”, denunció.
Mejía también acusó a Redondo de priorizar su supuesta campaña de reelección sobre las responsabilidades legislativas, utilizando recursos públicos para su promoción personal. “Desde nuestra bancada denunciamos que este accionar afecta la institucionalidad del Congreso Nacional y deja al país en un estado de incertidumbre”, afirmó.
Disputas por asignaciones presupuestarias
El principal obstáculo para alcanzar un acuerdo reside en las asignaciones presupuestarias. Entre los puntos más polémicos se encuentran los elevados montos destinados a la Secretaría de Planificación Estratégica, la falta de fondos asignados al Consejo Nacional Electoral (CNE) y los bajos presupuestos para los sectores de salud y educación, temas considerados prioritarios por la oposición.
El proyecto presupuestario para el 2025, que asciende a L430,907.8 millones, está dividido en L266,667.6 millones para el gobierno central y L164,240.2 millones para la administración descentralizada. No obstante, los sectores críticos denuncian que estas cifras no reflejan una asignación equitativa ni priorizan las necesidades urgentes del país.
Mientras tanto, las consecuencias de la falta de un presupuesto aprobado comienzan a ser evidentes. La incertidumbre afecta no solo al aparato gubernamental, sino también a sectores clave como la salud, donde persisten las denuncias por falta de insumos y medicamentos; la educación, que sigue enfrentando carencias estructurales; y el CNE, que requiere recursos adecuados para garantizar un proceso electoral transparente en 2025.
Escenarios para el 2025
La incapacidad del Congreso Nacional para alcanzar consensos en torno al presupuesto genera dudas sobre el inicio del próximo ejercicio fiscal. Sin un marco financiero aprobado, el gobierno tendrá que operar con el presupuesto del 2024, limitando su capacidad para ejecutar nuevos proyectos o atender emergencias.
Además, este bloqueo político podría agravar aún más la percepción de inestabilidad institucional en el país, lo que repercutiría en la confianza de los inversionistas y en las ya frágiles condiciones económicas.
El cierre del 2024 deja a Honduras con más preguntas que respuestas. Mientras las fuerzas políticas siguen enfrentadas, el pueblo hondureño queda como el principal afectado en esta nueva demostración de incapacidad legislativa.
