Honduras lanza nuevos protocolos de atención materna y neonatal con apoyo de OPS y UNFPA
La Secretaría de Salud actualiza guías clave para reducir la mortalidad materna y neonatal, fortaleciendo la atención primaria y el acceso oportuno a servicios de calidad.

Tegucigalpa, Francisco Morazán
Tegucigalpa — En el marco del Día de la Mujer Hondureña, el Gobierno de Honduras presentó los Protocolos Actualizados de Atención Integral Materna y Neonatal, un paso clave para fortalecer la salud materna en el país. La actualización fue elaborada por la Secretaría de Salud (SESAL), con apoyo técnico de la OPS/OMS, el Gobierno de Canadá y el UNFPA Honduras.
La ministra de Salud, Carla Paredes, destacó la importancia de estos protocolos, señalando que son una herramienta esencial para garantizar atención de calidad a madres y recién nacidos. “Este es el Año del Acceso Universal y la Cobertura Universal en Salud, y con este tipo de acciones estamos salvando vidas y fortaleciendo la atención primaria”, expresó Paredes.
Rosa Marlen Flores, jefa del Programa de Atención Integral de la SESAL, recordó que la mortalidad materna es uno de los indicadores más sensibles de un país. “Cada madre que perdemos significa una familia rota. Estos protocolos son un compromiso claro de que podemos y debemos hacer más”, subrayó Flores, resaltando el acompañamiento de la OPS/OMS y el Gobierno de Canadá.
La creación de los protocolos fue un trabajo coordinado entre la Secretaría de Salud, las regiones sanitarias, hospitales y equipos técnicos, e incluyó la instalación de centros de simulación clínica y el fortalecimiento de las capacidades del personal médico, como parte de la estrategia nacional “Cero Muertes Maternas”.
Por su parte, Ana Emilia Solís, representante de OPS/OMS en Honduras, afirmó que estos protocolos representan un cambio histórico en la atención materna y neonatal. “Este esfuerzo salvará vidas y reforzará la capacidad de respuesta de todo el sistema de salud hondureño”, concluyó.
Con esta actualización, Honduras busca consolidar un sistema de salud más fuerte, inclusivo y preparado para garantizar atención oportuna y de calidad a todas las mujeres y recién nacidos, sin dejar a nadie atrás.