César Esaú Canales, de 19 años, enfrenta cargos por quemar su hogar en Choluteca, dejando a su familia sin vivienda y sin recursos para su sustento

Choluteca, Choluteca.-. Un arrebato de ira y una discusión familiar terminaron con César Esaú Canales, un joven de 19 años, causando la destrucción de la casa de sus padres en un acto impulsivo y devastador. El suceso ocurrió en la colonia La Cumbre Chorotega, en Choluteca, cuando el joven decidió incendiar la vivienda tras un altercado con uno de sus hermanos.
El fuego, que comenzó en una motocarga estacionada en el patio, se extendió rápidamente a la vivienda, dejando daños materiales significativos. Según los reportes de los bomberos de Choluteca, el incendio afectó una motocicleta, una refrigeradora y diversos objetos del hogar, además de dañar un 20% de la vivienda, principalmente en las paredes, que sufrieron exfoliación, y daños por el humo.
En un giro impactante, Canales confesó sin remordimientos que actuó de manera consciente y sin temor a las consecuencias. “Es la primera vez. Lo hice por placer, porque yo quise. Con gasolina le metí fuego. Nadie estaba, solo yo”, declaró el joven con frialdad. Cuando se le preguntó si se arrepentía de lo sucedido, su respuesta fue igualmente tajante: “No, para nada me arrepiento. Yo no le tengo miedo a nada, cabrón”.
El incendio dejó a la familia de Canales sin varias habitaciones y sin el vehículo que utilizaban para ganarse la vida, ya que la motocarga, un bien esencial para su sustento, quedó completamente destruida. Los vecinos de la zona indicaron que el joven barbero vive con sus padres y ha caído en el consumo de drogas, lo que podría haber influido en su comportamiento destructivo y sin control.
Tras el incidente, las autoridades de la Policía Nacional en el sur del país detuvieron a César Esaú Canales, quien permanece bajo custodia mientras esperan que algún familiar formalice una denuncia en su contra. El joven, al parecer, no mostró ningún signo de arrepentimiento durante su detención y sigue justificando su acción como una decisión personal sin remordimientos.
El caso ha generado consternación en la comunidad, que se pregunta cómo un altercado familiar pudo desencadenar tal violencia. Las autoridades locales ahora investigan si el consumo de drogas pudo haber jugado un papel crucial en el arrebato de ira que terminó con la destrucción de la vivienda familiar. Sin duda, este hecho se ha convertido en una tragedia para una familia que, además de enfrentar las consecuencias materiales del incendio, ahora debe lidiar con la pérdida de su hogar a manos de uno de sus propios hijos.