Pacientes renales protestan y rechazan traslado forzado a nueva clínica
Denuncian que la Secretaría de Salud los obliga a dejar el centro donde han recibido tratamiento durante años.

Tegucigalpa, Honduras.- Con carteles en mano y visibles signos de preocupación, un grupo de pacientes renales y sus familiares se apostaron este lunes frente a la Secretaría de Salud en Tegucigalpa. La protesta fue clara: no quieren ser trasladados a otra clínica sin su consentimiento.
“No tenemos el dinero para pagar lo que están pidiendo”, reclamó una de las pacientes, denunciando que el gobierno los está obligando a dejar Diálisis de Honduras, centro donde han recibido atención durante años, para pasar a Nefrocentro, la empresa que actualmente tiene el convenio con el Estado.
Según los manifestantes, el nuevo centro no les genera confianza, y muchos temen por su vida si se interrumpe el tratamiento o cambia el equipo médico al que están acostumbrados.
La ministra de Salud, Carla Paredes, respondió que Diálisis de Honduras es una clínica privada y que, aunque algunos pacientes siguen acudiendo allí, “no pretendan que nosotros paguemos esa factura”, dijo. Además, aseguró que el Estado ahora está en condiciones de ofrecer ese servicio directamente y pidió un “voto de confianza”.
“Déjennos cuidarlos, el Estado sí puede brindarles un servicio con calidad y calidez”, insistió.
Pese a las declaraciones oficiales, los pacientes exigen ser escuchados y mantenerse en el lugar donde sienten que su vida está segura. El conflicto sigue abierto.






