Redondo impide a diputada presentar iniciativa para renovar el Tratado de Extradición
El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, provocó una controversia este miércoles 12 de febrero de 2025 al negarle la oportunidad a la diputada Fátima Mena, del Partido Salvador de Honduras (PSH), de presentar una moción urgente sobre la renovación del Tratado de Extradición, que vence el 28 de febrero. La propuesta de Mena, que contaba con el respaldo de 73 legisladores, fue rechazada por Redondo, quien, además, suspendió la sesión sin permitir que la diputada expusiera su iniciativa.
La diputada Maribel Espinoza, que también pertenece al PSH, denunció públicamente la actitud del presidente del Congreso, acusándolo de violar las normas del poder Legislativo. Espinoza señaló que Redondo, «como es costumbre», le negó el derecho a Mena de presentar el proyecto de ley como moción de orden, a pesar de que el tema era de suma urgencia para el país. Según la legisladora, este acto refleja un abuso de poder y una clara intención del gobierno de proteger a ciertos actores vinculados al narcotráfico.
El Tratado de Extradición entre Honduras y Estados Unidos ha sido fundamental en la lucha contra el crimen organizado, permitiendo la extradición de importantes narcotraficantes hondureños a tribunales estadounidenses. Sin embargo, el gobierno de Xiomara Castro ha dejado entrever su negativa a renovarlo, lo que ha generado gran incertidumbre en la opinión pública y en diversos sectores políticos.
Para Espinoza, la decisión de Redondo de suspender la sesión es una muestra más de la falta de transparencia y de compromiso del gobierno con la seguridad y justicia en el país. La falta de discusión sobre la renovación del Tratado de Extradición se interpreta como una acción orientada a proteger a figuras involucradas en actividades ilícitas, lo que, según la diputada, podría tener consecuencias graves para la lucha contra el narcotráfico en Honduras.
El próximo 28 de febrero es la fecha límite para decidir sobre la renovación del tratado, y la presión sobre el gobierno crece cada día. Expertos y organizaciones internacionales advierten que, de no renovarse el acuerdo, Honduras podría enfrentar repercusiones tanto a nivel interno como en su relación con Estados Unidos, lo que podría debilitar aún más la lucha contra el crimen organizado en la región.
