TLC entre Honduras y China está en fase decisiva, según anuncian ambas partes
Tras casi dos años de rondas de negociación, queda sólo “el empujón final” para concretar el tratado que podría abrir un gran mercado para Honduras.
Tegucigalpa, Honduras- Las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Honduras y la República Popular China están por concluir, informaron medios oficiales; sin embargo, persisten preocupaciones sobre su impacto en sectores vulnerables.
Desde julio de 2023, Honduras y China han sostenido seis rondas de negociación, abordando temas clave como acceso a mercado, reglas de origen, aduanas, medidas sanitarias, cooperación económica y oportunidades para exportaciones hondureñas.
Según un comunicado de la Embajada de China en Tegucigalpa del 27 de junio, el TLC ya está en su última fase y sólo resta el “empujón final” para su firma.
Un ejemplo concreto del avance comercial es el Acuerdo de Cosecha Temprana, vigente desde septiembre de 2024, que permite exportar camarón sin aranceles. En 2024 se exportaron más de 1 200 toneladas, y el café hondureño alcanzó ventas cercanas a 14 millones de dólares, multiplicando su presencia en China.
Sin embargo, persisten críticas. El déficit comercial con China aumentó a 1 339 millones de dólares hasta abril de 2025 —debido a que el 15.5 % de las importaciones de Honduras provienen de China, mientras que sólo el 0.6 % de exportaciones se dirigen allá.
Analistas como Omar García y sectores empresariales advierten que el TLC puede profundizar una dependencia comercial desigual, poniendo en riesgo a la producción nacional, especialmente a las MIPYMES y el agro.
El vicecanciller Gerardo Torres ha indicado que viajará a China en julio para avanzar los detalles y establecer una fecha concreta para la firma del tratado; también aseguró que se incluirán salvaguardas a sectores estratégicos para evitar repetir errores del CAFTA.
Desde organizaciones empresariales se plantea que la decisión final debería considerar la opinión del próximo gobierno, dadas las complejidades y desequilibrios inherentes, y ante la falta de consenso sobre si Honduras está preparada para competir con el gigante asiático
