Shamsud-Din Bahar Jabbar, un estadounidense de 42 años, fue identificado como el responsable del ataque con un camión en el Barrio Francés, dejando una estela de víctimas y pánico en el corazón turístico de la ciudad
Nueva Orleans, EE.UU. .-. La madrugada del 1 de enero de 2025 fue marcada por una tragedia en el corazón de Nueva Orleans, en la emblemática Bourbon Street, donde al menos 15 personas perdieron la vida y otras 30 resultaron heridas en un atropello masivo que las autoridades locales calificaron como un acto de terrorismo. El ataque ocurrió cuando una camioneta blanca Ford F-150, conducida por Shamsud-Din Bahar Jabbar, un estadounidense de 42 años, irrumpió a gran velocidad en la calle más famosa de la ciudad, cerrada al tráfico por las celebraciones de Año Nuevo.
A las 03:15 hora local, la multitud que se encontraba en el lugar para despedir el 2024 se vio sorprendida cuando el vehículo arrolló a decenas de personas en su camino. Testigos afirman que el conductor no solo atropelló a los presentes, sino que luego descendió de la camioneta y comenzó a disparar un arma de fuego, lo que desató el caos en una de las zonas turísticas más transitadas de la ciudad. La Policía respondió rápidamente, resultando en un intercambio de disparos en el que Jabbar murió. Dos oficiales resultaron heridos, pero su condición es estable.
Lo que comenzó como una noche festiva terminó en un campo de horror, con los residentes y turistas aterrados y los equipos de emergencia luchando por controlar la situación. Las autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa LaToya Cantrell, rápidamente catalogaron el incidente como «intencional» y un «ataque terrorista». El FBI asumió la investigación y no tardó en confirmar que Jabbar había utilizado un rifle u otra arma larga para disparar a la multitud mientras realizaba el atropello. Además, dentro de la camioneta se encontró una bandera del Estado Islámico (EI), lo que añadió un oscuro matiz al ataque, sugiriendo una posible conexión con grupos terroristas internacionales.
A medida que avanzaban las investigaciones, se descubrió que el sospechoso había alquilado el vehículo en la plataforma Turo, un servicio similar al de alquiler de coches. También se encontraron artefactos explosivos improvisados en el lugar del ataque, y la agencia de explosivos ATF registró una propiedad vinculada a Jabbar en Nueva Orleans, donde se había declarado un incendio. Las autoridades sospechan que pudo haber cómplices en este ataque, aunque aún no se ha confirmado.
La policía y el FBI continúan trabajando en la identificación de otros posibles artefactos explosivos en la zona y en esclarecer las motivaciones de Jabbar. A pesar de que los registros de su pasado no muestran una vinculación directa con el terrorismo, la naturaleza del ataque y los elementos encontrados sugieren que este podría haber sido un acto premeditado, diseñado para causar el mayor daño posible.
El ataque, que coincidió con el final de las festividades de Año Nuevo y la proximidad del AllState Bowl, un importante partido de fútbol universitario, dejó al país y al mundo en shock. Los habitantes de Nueva Orleans, aún con las huellas de la tragedia frescas, se enfrentan a la ardua tarea de recuperar la seguridad y la tranquilidad en una ciudad que, por primera vez en mucho tiempo, se vio sacudida por el terrorismo en su propia puerta.
La investigación sigue en curso, y las autoridades locales han solicitado la colaboración de la comunidad para encontrar más pistas sobre este devastador suceso. La ciudad de Nueva Orleans, conocida por su vibrante cultura y su fuerte espíritu de unidad, ahora enfrenta una nueva realidad marcada por la violencia y el terrorismo.
