El Centro Hondureño para el Niño Quemado enfrenta una ocupación hospitalaria superior al 100%, con más de 20 menores ingresados a inicio de 2025 por quemaduras de diversos orígenes, incluida la pólvora.

Tegucigalpa, Francisco Morazan .-. El mal uso de la pólvora durante las celebraciones de fin de año en Honduras dejó un saldo alarmante de 30 niños quemados al cierre de 2024, según el informe del Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq).
Las quemaduras fueron el resultado de la manipulación irresponsable de fuegos artificiales, especialmente en un contexto donde las normas de seguridad no fueron respetadas por muchos. Este lamentable panorama se extiende al inicio de 2025, donde el establecimiento reporta una ocupación hospitalaria que supera el 100% de su capacidad, con 20 menores ingresados en sus instalaciones a causa de quemaduras de diversa índole.
Las causas de las quemaduras que han aumentado en esta temporada incluyen no solo el mal uso de la pólvora, sino también quemaduras por líquidos, flama, contacto y electricidad. Sin embargo, las quemaduras producidas por la pólvora continúan siendo una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias. La mayoría de los casos relacionados con pólvora provienen de los departamentos de Cortés y Francisco Morazán (FM), que se han visto especialmente afectados por los accidentes debido a la venta y uso sin control de fuegos artificiales.
En cuanto a otros tipos de quemaduras, Francisco Morazán sigue siendo el departamento con el mayor número de casos, con un 57% de los incidentes reportados. Le siguen Comayagua con el 10%, El Paraíso con el 9%, Olancho con el 8%, Choluteca con el 7% y Cortés con el 5%. El resto de los casos se distribuye entre otros departamentos del país, pero la tendencia muestra una alarmante concentración de accidentes en ciertas regiones.
Las autoridades de salud han hecho un llamado urgente a la ciudadanía para que se tomen medidas preventivas en el manejo de la pólvora y otros materiales peligrosos, especialmente durante las festividades. Además, se instó a los padres de familia a tener mayor vigilancia sobre los menores, para evitar más víctimas que, como se ha evidenciado, sufren las consecuencias del uso irresponsable de estos productos.
El Cehniq continúa luchando contra una crisis sanitaria que no solo se refleja en la cantidad de pacientes, sino también en la complejidad de los tratamientos que requieren los niños afectados. Las heridas provocadas por la pólvora, en particular, son graves y pueden dejar secuelas permanentes si no se tratan adecuadamente, lo que convierte la prevención en una tarea urgente para evitar más tragedias en el futuro cercano.