Amenazas desde número de fallecido activan alerta internacional en Honduras
La Policía Nacional vincula advertencias sobre explosivos en la capital con un teléfono registrado a una persona muerta, mientras refuerza seguridad tras alerta de EE. UU.
Tegucigalpa, Honduras.- Las autoridades hondureñas han comenzado a destapar detalles inquietantes detrás de la alerta de seguridad emitida recientemente por la Embajada de Estados Unidos: las amenazas que generaron alarma provendrían de un número de teléfono que pertenece a una persona fallecida.
El dato fue revelado este miércoles por la Policía Nacional, que indicó que el número ha sido utilizado repetidamente este año para emitir advertencias anónimas sobre supuestos atentados, incluyendo la colocación de explosivos en edificios clave como el Centro Cívico Gubernamental y una escuela cristiana bilingüe.
Lo que en principio parecía una amenaza más se convirtió en una línea de investigación prioritaria para la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL), que ahora sospecha que estas acciones podrían formar parte de una estrategia orquestada para sembrar caos y erosionar la estabilidad del gobierno.
“Hay actores que buscan manipular el miedo y saturar los canales de emergencia con falsas alarmas”, comentó una fuente policial bajo condición de anonimato.
La alerta emitida por la embajada estadounidense encendió las alarmas públicas, al mencionar amenazas dirigidas contra tres lugares estratégicos de la capital: la Elliot Dover Christian School, el Centro Cívico Gubernamental y un concurrido centro comercial. Desde entonces, se han desplegado patrullas adicionales, intensificado la ciber-vigilancia y reforzado la presencia policial en los sitios señalados.
La Policía asegura que ha mantenido coordinación directa con la delegación diplomática estadounidense y que se han activado todos los protocolos preventivos, aunque la información no se divulgó antes para no entorpecer las investigaciones en curso.
En su comunicado, la institución instó a la ciudadanía a mantener la calma, evitar difundir rumores y seguir únicamente las indicaciones de los canales oficiales.
La investigación sigue abierta, y el misterioso número ligado a una persona fallecida sigue siendo una pieza clave en un caso que ha puesto en tensión la seguridad nacional y la relación con socios internacionales.
