Estados Unidos reanuda deportaciones de migrantes venezolanos a través de Honduras
El gobierno estadounidense retoma los vuelos de repatriación de ciudadanos venezolanos, utilizando Honduras como punto de tránsito en colaboración con las autoridades locales.

Estados Unidos- Ha reanudado los vuelos de deportación de migrantes venezolanos sin estatus legal en su territorio, empleando a Honduras como un «puente humanitario» en el proceso de repatriación. La embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, anunció que estas operaciones continuarán regularmente en los próximos meses y agradeció al gobierno de la presidenta Xiomara Castro por su colaboración en la lucha contra la migración irregular.
El procedimiento implica que los migrantes venezolanos son trasladados desde Estados Unidos a la base militar de Soto Cano, en Palmerola, Comayagua, Honduras. Desde allí, son embarcados en aeronaves venezolanas que los llevan de regreso a su país de origen. Este método ya se había implementado anteriormente; por ejemplo, el 20 de febrero, Honduras facilitó el traslado de 170 ciudadanos venezolanos deportados desde EE. UU.
Estas acciones forman parte de las políticas migratorias implementadas desde la administración del expresidente Donald Trump, enfocadas en reforzar la seguridad fronteriza y facilitar la deportación de migrantes. Sin embargo, la ejecución de estas políticas ha enfrentado desafíos, como la necesidad de acuerdos con países que, por diversas razones, han mostrado reticencia a aceptar vuelos de deportación.
La reanudación de estos vuelos también se produce en un contexto de tensiones diplomáticas. Recientemente, una disputa entre Washington y Caracas llevó a la suspensión temporal de los vuelos de deportación. Sin embargo, tras negociaciones, ambos gobiernos acordaron retomar las operaciones, lo que permitió que cerca de 200 migrantes venezolanos fueran repatriados en un vuelo que partió desde Honduras y aterrizó en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Venezuela.
Es importante destacar que, durante este proceso, algunos migrantes venezolanos han sido deportados a terceros países. Por ejemplo, casi 300 venezolanos fueron enviados a El Salvador bajo acusaciones de vínculos con el grupo delictivo Tren de Aragua, una acción que generó controversia y enfrentamientos legales en Estados Unidos.
La comunidad internacional sigue de cerca estas operaciones, mientras organizaciones defensoras de derechos humanos expresan preocupación por el bienestar de los migrantes deportados y las condiciones a las que se enfrentan al regresar a su país de origen.
La colaboración entre Estados Unidos y Honduras en este proceso refleja la complejidad de la gestión migratoria en la región y subraya la importancia de acuerdos bilaterales para abordar los desafíos asociados con la migración irregular.