Fallece «El Roble Copaneco», voz emblemática del corrido hondureño
Germán Alfaro, reconocido por sus corridos que retratan la vida rural y temas controversiales, muere a los 66 años dejando un legado musical en Honduras y Centroamérica.

San Pedro Sula, Honduras – Germán Alfaro, conocido artísticamente como «El Roble Copaneco», falleció en la madrugada del lunes 21 de abril de 2025 a los 66 años, debido a complicaciones de salud. Su deceso ocurrió en el Hospital Mario Catarino Rivas, donde estuvo internado por problemas renales.
Originario de Santa Ana, en el municipio de San Francisco, Atlántida, Alfaro fue una figura destacada en la música popular hondureña. Lideró el grupo que llevaba su nombre artístico, fusionando sonidos tradicionales con letras que abordaban tanto la vida rural como temas más controversiales relacionados con el mundo del crimen.
Entre sus canciones más conocidas se encuentran «Doña Blanca», «La 3.0» y «Cuna de Oro», esta última dedicada al hijo del narcotraficante condenado Miguel Arnulfo Valle Valle. Esta composición generó controversia por su contenido, pero Alfaro defendió su trabajo argumentando que componía canciones para quienes le solicitaban y pagaban por sus servicios.
Su hijo Óscar compartió la noticia del fallecimiento a través de redes sociales, expresando su tristeza y agradecimiento por el legado musical de su padre. «El Roble Copaneco, mi viejo, me deja triste, pero una historia nunca muere y nunca se olvida. Un legado es para siempre», escribió.
A pesar de las críticas, Alfaro sostuvo que sus canciones reflejaban las realidades de su entorno y que los narcocorridos eran una forma de contar las historias del pueblo. «Es la forma de decir las verdades de las historias de nuestro pueblo. Alguien tiene que decir la verdad», expresó en una entrevista en 2014.
El velorio se realizó en su comunidad natal, donde vecinos y admiradores le rindieron tributo. Su sepelio está programado para el martes 22 de abril en el cementerio del sector de Santa Ana.
La muerte de Germán Alfaro deja un vacío en el género de los corridos hondureños, pero su legado perdurará en las canciones que narran la vida y las historias del pueblo.