Honduras honra el Día del Idioma con una mirada a sus grandes voces literarias
Con actos culturales y homenajes a sus autores más emblemáticos, el país celebra la fuerza del español y la identidad nacional
Tegucigalpa, Honduras- Cada 23 de abril, Honduras se suma a la conmemoración del Día del Idioma Español, una fecha que va más allá de rendir tributo a Cervantes y se convierte en una oportunidad para exaltar las letras nacionales y el poder del lenguaje como puente entre generaciones.
Este año, instituciones académicas y espacios culturales en todo el país han impulsado actividades para conmemorar el idioma que une a más de 500 millones de personas. Pero en Honduras, esta celebración tiene un acento propio: el reconocimiento del talento literario que ha narrado su historia, denunciado sus injusticias y exaltado su identidad.
Desde recitales poéticos en escuelas hasta ferias del libro en universidades, la Semana del Idioma ha servido para devolverle protagonismo a autores como Ramón Amaya Amador, Lucila Gamero de Medina y Froylán Turcios. Sus obras no solo siguen vigentes, sino que conectan con los desafíos y aspiraciones de nuevas generaciones.
Entre los títulos que han resonado con fuerza están Prisión Verde, una denuncia social que retrata la explotación en las bananeras; Blanca Olmedo, pionera en el cuestionamiento de las estructuras patriarcales; y Cipotes, un retrato crudo de la infancia vulnerable en la capital.
También se ha destacado el trabajo de poetas como Juan Ramón Molina, cuya obra sigue siendo piedra angular de la lírica nacional, y Jorge Montenegro, cuya recopilación de leyendas ha mantenido viva la tradición oral del país.
Para muchos docentes y escritores, esta fecha es una invitación a reforzar el hábito de la lectura como herramienta de libertad y pensamiento crítico. “Celebrar el idioma es también defender la verdad y la belleza que habita en nuestras palabras”, expresó uno de los organizadores de los actos culturales realizados en Tegucigalpa.
En un mundo saturado de ruido digital, volver al libro, al cuento contado en casa o al poema leído en voz alta, es también un acto de resistencia cultural. En Honduras, el Día del Idioma no solo recuerda a Cervantes, sino que revive a los autores que han hecho del español una voz profundamente nuestra.
