El crimen ocurrió la noche del 1 de enero y conmociona a la comunidad de Olancho. La víctima, Angie Nicoll Rivera, fue golpeada hasta la muerte en su hogar, que también funcionaba como peluquería.
Catacamas, Olancho.-. Una tragedia conmocionó a la comunidad de Catacamas, Olancho, la noche del 1 de enero, cuando Medardo Galeano, tras una fuerte discusión con su pareja, Angie Nicoll Rivera, de 22 años, terminó con su vida en lo que parece ser un acto de violencia doméstica. El crimen, uno de los primeros feminicidios del año 2025, ocurrió en el hogar de la pareja, que también era una peluquería, en donde ambos se encontraban al momento del incidente.
Versiones preliminares indican que la pareja tuvo una discusión acalorada, durante la cual Galeano comenzó a golpear violentamente a Angie. Los testigos aseguran que el ataque fue tan feroz que, tras dejarla sin vida, el hombre escondió el cuerpo de la víctima debajo de la cama para tratar de ocultar el crimen. Según algunas fuentes, Galeano podría haber estado bajo los efectos de sustancias ilícitas al momento de cometer el asesinato.
Después de perpetrar el homicidio, Galeano, quien había vivido con Angie durante casi cinco años, huyó del lugar con su hija de tres años, quien, según versiones de testigos, fue vista en sus brazos mientras él se mostraba desorientado. Al ser capturado por las autoridades, Medardo intentó usar a su hija como escudo humano para evitar su arresto. Este trágico suceso resalta el creciente problema de la violencia doméstica en el país y deja una huella profunda en la familia y la comunidad.
El cuerpo de Angie fue trasladado a la morgue capitalina, donde su hermano, entre lágrimas, lamentó la muerte de la joven. Expresó no entender qué pudo haber sucedido para que su cuñado cometiera tal acto, ya que, según él, Medardo no mostraba signos de violencia previa. “Él era sociable y se llevaba bien con ella. No sé qué le pasó. Dicen que andaba drogado, pero no sé”, comentó el hermano de la víctima, quien clama justicia por la muerte de su hermana.
Este feminicidio es uno de los primeros del año y se suma a la lista de casos de violencia de género que siguen afectando a Honduras. Las autoridades policiales han abierto una investigación para esclarecer los hechos y dar respuesta a los familiares de Angie, quienes piden justicia por este crimen que ha dejado un vacío irreparable en sus vidas.
