Millonarias inversiones en diésel no frenan los apagones en Honduras

Millonarias inversiones en diésel no frenan los apagones en Honduras

ENEE suma más de 350 megavatios en generación temporal, pero los fallos en transmisión y distribución mantienen en oscuridad a miles de hondureños en plena ola de calor.

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Tegucigalpa, Honduras- Mientras la temperatura en gran parte del país supera los 40 grados centígrados, miles de hondureños siguen enfrentando cortes de energía eléctrica, a pesar de que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) ha alquilado más de 350 megavatios en plantas generadoras a base de diésel, el combustible más costoso del mercado.
Lejos de ser una solución definitiva, estas inversiones han sido catalogadas por expertos como “medidas paliativas” que no resuelven los problemas estructurales del sistema energético nacional.

“Estamos ante una crisis de transmisión y distribución. Por más generación que se agregue, si la red no puede soportarlo, los apagones seguirán”, explicó el especialista en energía Kevin Rodríguez.

La situación es especialmente crítica durante la actual temporada de verano, que se extiende hasta junio. De acuerdo con el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), las lluvias podrían demorar hasta mediados de mayo, manteniendo las temperaturas en niveles extremos, especialmente en las zonas sur y norte del país.
En marzo, Macuelizo, Santa Bárbara, vivió el día más caluroso del año con un récord de 43.1 grados. Estas temperaturas no solo afectan la salud de la población, sino que también aumentan la demanda eléctrica y elevan el riesgo de incendios forestales que dañan infraestructura crítica.

Un ejemplo reciente ocurrió en Olancho, donde un incendio forestal afectó la línea de transmisión L441 y el circuito de distribución L380, dejando sin servicio eléctrico a Juticalpa, Catacamas y otras comunidades cercanas.

El presidente del Sindicato de Trabajadores de la ENEE (STENEE) explicó que, ante el riesgo de dañar transformadores u otros equipos de alto valor, muchas veces la empresa opta por desconectar el servicio en ciertas zonas para proteger los activos.

“La ENEE no puede poner en riesgo un transformador. Si hay amenaza, lo desconectan, y la gente se queda sin luz”, expresó el dirigente sindical.
Aunque se reconoce el esfuerzo de aumentar la capacidad de generación, los ciudadanos siguen padeciendo los apagones diarios, y los costos de operar con diésel aumentan el precio de la energía y la presión fiscal sobre el Estado.

Analistas coinciden en que, mientras no se fortalezcan las redes de transmisión, se modernice la infraestructura y se apueste por fuentes renovables más sostenibles, el país seguirá atrapado en un ciclo de soluciones temporales, costosas e insuficientes.

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