El equipo Motagua se impone 1-0 a Olimpia con un autogol dramático de José García, poniendo fin a una racha de 18 partidos sin victorias en el clásico. La victoria, marcada por emociones y tensión, corona a los azules como campeones del fútbol hondureño.
Tegucigalpa, Francisco Morazán .-. El equipo Motagua se impone 1-0 a Olimpia con un autogol dramático de José García, poniendo fin a una racha de 18 partidos sin victorias en el clásico. La victoria, marcada por emociones y tensión, corona a los azules como campeones del fútbol hondureño.
En una tarde llena de tensión, emociones a flor de piel y un clásico que tenía a todo el país al borde del asiento, el Club Deportivo Motagua logró conquistar su copa número 19 al vencer 1-0 al Olimpia, en lo que fue una final histórica que quedará grabada en la memoria de los aficionados motaguenses por muchos años. Un autogol de José García, jugador del Olimpia, a los 75 minutos del partido, dio la victoria al equipo azul, poniendo fin a una racha de 18 partidos consecutivos sin victorias en el clásico nacional contra su enconado rival.
El encuentro, que arrancó a las 6:00 de la tarde, se disputó en un escenario digno de una gran fiesta deportiva. Ambos equipos, que han protagonizado una de las rivalidades más intensas del fútbol hondureño, salieron al terreno de juego con la mirada fija en el trofeo, sabiendo que una victoria marcaría el regreso del Motagua al trono del fútbol nacional, tras años de espera.
Durante el primer tiempo, ambos equipos demostraron su calidad en el campo, generando varias llegadas a gol, pero ninguna de ellas logró concretarse. Motagua, que había mostrado un buen nivel en toda la temporada, no logró superar la sólida defensa del Olimpia, mientras que el conjunto merengue también tuvo sus oportunidades, pero no pudo concretarlas ante la férrea defensa motaguense.
Con el paso de los minutos, la tensión aumentaba y todo indicaba que el encuentro podría definirse por detalles pequeños, como en los clásicos más disputados. En la segunda mitad, las acciones continuaron con intensidad, pero el gol seguía eludiendo a ambos equipos. Los hinchas de uno y otro lado ya estaban a punto de estallar, pero el desenlace llegó de la forma más inesperada.
Fue en el minuto 75 cuando un centro desde la derecha encontró la cabeza de José García, defensor del Olimpia, quien sin quererlo metió el balón en su propia portería, desatando la locura en los jugadores monaguenses y en su fanaticada, que celebraba su tan ansiado título. La jugada fue un golpe de suerte para Motagua, que, tras tanto esfuerzo, logró coronarse campeón gracias a un autogol que definió el destino del encuentro. La frustración de Olimpia, que veía escapar la victoria a tan solo unos minutos del final, fue palpable.
Sin embargo, la tensión no terminó allí. Al filo del tiempo reglamentario, cuando el reloj ya marcaba los últimos minutos del partido, el árbitro Said Martínez protagonizó una decisión controvertida al expulsar al técnico motaguense, Diego Vázquez, y a su asistente, Hugo Caballero, quienes, según los reportes, protestaron airadamente durante los minutos finales del encuentro. La expulsión de ambos miembros del cuerpo técnico no opacó el festejo, pero sí fue un reflejo de lo caliente que estuvo la contienda en el último tramo.
La victoria de Motagua no solo les otorga la copa 19, sino que también rompe una sequía de títulos importantes frente a su rival histórico, Olimpia. Después de 18 partidos sin conocer la victoria en el clásico, la «Copa 19» se convierte en un símbolo de la perseverancia y el esfuerzo de los jugadores motaguenses, quienes, a pesar de las adversidades, lograron conquistar el título más importante del fútbol hondureño.
Este campeonato también resalta el gran trabajo de Diego Vázquez, quien ha logrado mantener al equipo competitivo durante todo el torneo, y la capacidad del plantel para sobreponerse a la presión y los momentos difíciles. Ahora, los seguidores del Motagua pueden celebrar el regreso de su equipo a la cima, con la satisfacción de haber logrado una victoria épica, mientras que la sombra del autogol de José García será recordada por los aficionados de Olimpia como un capítulo amargo en esta nueva edición del clásico.
Para los motaguenses, la espera de 18 largos partidos sin victoria frente a Olimpia llegó a su fin, y el sueño de la Copa 19 se hizo realidad en una tarde que quedará grabada para siempre en la historia del fútbol hondureño. El camino hacia el título no fue fácil, pero al final, la gloria fue para los azules, quienes demostraron que, en el fútbol, como en la vida, la perseverancia siempre tiene su recompensa.
