Trump agradece a Bukele por aceptar migrantes acusados de terrorismo en megacárcel salvadoreña
El mandatario salvadoreño ratificó su colaboración con Estados Unidos luego de su reunión donde Bukele visito la Casa Blanca y negó devolver a un deportado señalado como miembro de pandillas.

EE.UU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este lunes en la Casa Blanca a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, para reforzar los acuerdos migratorios y agradecerle por aceptar la reclusión de migrantes acusados de terrorismo en una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
Durante el encuentro bilateral, Trump reconoció el papel clave de El Salvador en las recientes deportaciones masivas, que incluyen a más de 200 migrantes —en su mayoría venezolanos— acusados de integrar pandillas criminales. Bukele, por su parte, reafirmó su compromiso de apoyar la política migratoria estadounidense y declaró que su país no liberará a personas consideradas peligrosas.
Uno de los temas centrales fue el caso del salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado y actualmente recluido en el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (CECOT), pese a tener una orden judicial que impedía su expulsión. Bukele afirmó que no lo devolverá a Estados Unidos, asegurando que se trata de un terrorista. “No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país”, expresó.
Trump, en un discurso enérgico, aprovechó para criticar las políticas de “fronteras abiertas” de administraciones anteriores y calificó a Bukele como un aliado fundamental para revertir esa situación. “Nos están ayudando. Se lo agradecemos profundamente”, manifestó desde el Despacho Oval.
A cambio de esta cooperación, Estados Unidos entregará seis millones de dólares al gobierno salvadoreño, aunque los detalles del acuerdo no han sido revelados. Parte del trato incluye el uso del CECOT para albergar migrantes expulsados por presuntos vínculos con organizaciones criminales como la MS-13 y el Tren de Aragua.
La prisión, que tiene capacidad para 40,000 internos, ha sido criticada por organismos internacionales debido a denuncias sobre violaciones a los derechos humanos. Aun así, la Administración Trump ha elogiado la política de seguridad salvadoreña como un modelo de “tolerancia cero” frente al crimen organizado.