La propuesta de la presidenta Xiomara Castro para negociar con Estados Unidos sobre migración enfrenta críticas por sus posibles repercusiones económicas y diplomáticas.

Tegucigalpa, Francisco Morazan .-. El gobierno de Honduras, encabezado por la presidenta Xiomara Castro, ha puesto sobre la mesa una controvertida propuesta: cerrar la Base Aérea Soto Cano, conocida como Palmerola, en caso de no alcanzar acuerdos satisfactorios con Estados Unidos respecto a la situación migratoria. Esta medida, planteada como una defensa de la dignidad nacional y de los derechos de los migrantes, ha generado un fuerte debate en el país, dividiendo opiniones entre quienes la consideran una estrategia legítima y quienes la ven como un acto irresponsable con graves consecuencias económicas y diplomáticas.
La presidenta hizo un llamado al diálogo con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para abordar las deportaciones masivas de hondureños. Sin embargo, advirtió que, de no obtener una respuesta favorable, Honduras cerraría la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, operativa en Palmerola desde 1982. Según el gobierno, este acto busca presionar a Washington para replantear su postura sobre la migración.
Críticas desde la oposición y el sector empresarial
Esta iniciativa ha provocado fuertes reacciones, especialmente desde los sectores políticos y empresariales. Salvador Nasralla, precandidato presidencial del Partido Liberal, calificó la propuesta como una amenaza irresponsable que podría desencadenar una crisis económica. «Un conflicto de esta magnitud abriría la puerta a aranceles devastadores para nuestras exportaciones. Honduras necesita aliados, no confrontaciones absurdas», advirtió Nasralla.
Por su parte, Eduardo Facussé Salomón, expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, catalogó el acto como «patético» y criticó al gobierno por intentar chantajear a Estados Unidos. «Armar berrinche y patalear no solucionará la pobreza ni el subdesarrollo, pero demuestra que la miseria no es material, sino mental», expresó con dureza.
Adolfo Facussé, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), se mostró preocupado por las implicaciones económicas de un posible cierre de Palmerola, destacando el impacto de las remesas en la economía nacional. «Si perdemos los más de $9,000 millones de remesas anuales, ningún préstamo podrá compensarlo. Nuestros aliados en el Foro de São Paulo no van a venir a salvarnos», declaró.
Preocupaciones de seguridad
Desde el ámbito militar, el general retirado Romeo Vásquez Velásquez advirtió que cerrar Palmerola sería una amenaza a la seguridad nacional. «Sería entregar nuestra soberanía a intereses oscuros. Palmerola ha sido un pilar en nuestra estrategia de seguridad regional», señaló el exmilitar, subrayando los riesgos de eliminar esta cooperación con Estados Unidos.
Defensores de la medida
Sin embargo, algunos sectores respaldan la postura del gobierno. Wilfredo Serrano, gerente de cooperación del Instituto Nacional de Migración, defendió la propuesta, argumentando que la base militar ha perdido relevancia en un contexto donde Honduras no recibe el trato justo de su socio norteamericano. «No hay razón para seguir cooperando con alguien que criminaliza y persigue a nuestros migrantes», expresó Serrano.
Por su parte, el canciller Enrique Reina llamó a mantener una relación basada en el respeto mutuo, pero enfatizó que Honduras tiene el derecho soberano de replantear sus acuerdos si las condiciones se tornan desfavorables. «Debemos defender la dignidad de nuestros migrantes ante cualquier acción excesiva o no amistosa», afirmó.
Un camino incierto
La posible clausura de Palmerola plantea un dilema para Honduras: reafirmar su soberanía o arriesgar las relaciones con su principal socio comercial y aliado estratégico. Mientras tanto, miles de hondureños siguen luchando por sobrevivir en un país marcado por la pobreza, la falta de empleo y la migración forzada. La discusión sobre Palmerola no solo es un tema de política exterior, sino un reflejo de los desafíos internos que enfrenta la nación.