Latinoamérica debate en la CELAC sobre deportaciones masivas desde Estados Unidos
La próxima cumbre de la CELAC abordará la creciente preocupación por las políticas migratorias de la administración Trump y su impacto en la región.

Tegucigalpa, Honduras- Las recientes deportaciones de migrantes desde Estados Unidos, resultado de las estrictas políticas migratorias implementadas por el presidente Donald Trump, se perfilan como un tema central en la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde varios de sus 33 miembros se ven afectados por la expulsión de sus ciudadanos o la recepción de vuelos con nacionales de otros países.
Desde la asunción de Trump el pasado 20 de enero, más de 113,000 inmigrantes han sido detenidos y 100,000 deportados, según informes oficiales. Esta oleada de deportaciones ha tenido un impacto significativo en países como México, que ha recibido más de 24,400 deportados en las primeras ocho semanas de la nueva administración, incluyendo cerca de 4,600 extranjeros, muchos de ellos venezolanos que, al ver frustrado el llamado «Sueño Americano», optan por regresar a Sudamérica.
En contraste, naciones del Triángulo Norte —Guatemala, El Salvador y Honduras—, con una larga historia de migración irregular hacia Estados Unidos impulsada por la pobreza y la violencia, no han reportado hasta ahora un aumento significativo en el número de repatriado. Sin embargo, las autoridades permanecen en alerta ante las promesas de «deportaciones masivas» por parte del líder republicano.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha convocado a sus homólogos de la CELAC a una reunión de emergencia el próximo 30 de enero para discutir la situación migratoria y buscar soluciones conjuntas ante las medidas adoptadas por Estados Unidos. Castro también anunció un «programa de emergencia» para los hondureños deportados, que incluye un bono económico, alimentación y capital semilla para emprendimientos, y advirtió que, de continuar las deportaciones masivas, su gobierno podría considerar el cierre de las bases militares estadounidenses en su país.
Por su parte, representantes de Honduras y México sostuvieron un encuentro clave para abordar las amenazas de deportaciones masivas, destacando la necesidad de una estrategia regional conjunta para proteger los derechos de los migrantes y mitigar los efectos en sus países.
La próxima cumbre de la CELAC se presenta como un foro crucial para que los países latinoamericanos y caribeños articulen una respuesta coordinada ante las políticas migratorias de Estados Unidos, buscando salvaguardar los derechos de sus ciudadanos y mantener la estabilidad en la región.