Libre es señalado por prácticas antidemocráticas en sus elecciones primarias
Denuncias de fraude y manipulación por parte del Movimiento 28 de Junio (M28) generan controversia en las recientes elecciones primarias de Libre.
Tegucigalpa, Honduras- En las recientes elecciones primarias del partido Libertad y Refundación (Libre), han surgido denuncias de prácticas antidemocráticas, similares a las que históricamente criticaron en otros partidos. Estas acusaciones se centran en el Movimiento 28 de Junio (M28), corriente interna que ha mantenido hegemonía dentro del partido y que promovió la candidatura de Xiomara Castro, así como de otros miembros de la familia Zelaya Castro.
Durante los comicios del 9 de marzo, activistas y precandidatos de otras corrientes de Libre denunciaron la adulteración de resultados y la compra de votos en los niveles de diputaciones y alcaldías. Señalaron que el M28 utilizó fondos públicos para influir en los votantes y manipular actas de cierre de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), especialmente en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés, donde obtuvieron la mayoría de las posiciones para diputados.
Estas acusaciones han generado preocupación, ya que Libre está replicando las mismas prácticas antidemocráticas que en el pasado rechazó y criticó en otros partidos. La consolidación del M28 como la corriente predominante dentro de Libre, a través de estas tácticas, pone en entredicho los principios de democracia interna y transparencia que el partido ha proclamado defender.
Las denuncias también señalan que, en los departamentos con mayor carga electoral, el M28 se posicionó de manera abrumadora. En Francisco Morazán, obtuvieron 15 de las 23 posiciones para diputados, mientras que en Cortés lograron la totalidad de los 20 cargos disponibles. Esta concentración de poder ha sido vista como una estrategia para mantener el control del partido y limitar la participación de otras corrientes internas.
La reacción de la dirigencia del M28 ha sido de rechazo a estas acusaciones. Gerardo Torres, uno de los líderes del movimiento, ha recibido críticas por desestimar los cuestionamientos de fraude, lo que ha incrementado la tensión y el descontento entre las bases del partido. Esta postura ha sido interpretada como una falta de apertura al diálogo y a la autocrítica, elementos fundamentales para la cohesión interna de Libre.
Ante este panorama, la falta de transparencia y las prácticas antidemocráticas pueden debilitar la credibilidad de Libre frente a sus simpatizantes y la ciudadanía en general. La repetición de conductas que anteriormente criticaron en otros partidos podría erosionar la confianza en la capacidad de Libre para representar un cambio auténtico en la política hondureña.
