Casi 400 niños y adolescentes han perdido la vida en los últimos tres años debido a la violencia, según datos de COIPRODEN, lo que evidencia la urgencia de revisar las políticas de seguridad para la niñez

En Honduras, casi 400 menores de 17 años han perdido la vida en los últimos tres años debido a la violencia, según estadísticas de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos de la Niñez y Adolescencia (COIPRODEN). Esta cifra resalta la creciente preocupación en torno a la seguridad de la niñez y la juventud del país, un tema que sigue siendo prioritario para organizaciones de derechos humanos.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por promover el deporte, como lo demuestra la construcción de canchas en diversas comunidades, expertos y defensores de los derechos de los niños señalan que estos proyectos no deben reemplazar las medidas de seguridad efectivas. La violencia, especialmente la relacionada con el crimen organizado y las pandillas, sigue siendo un factor de riesgo significativo para los menores, muchos de los cuales se ven involucrados en situaciones de vulnerabilidad.
Desde COIPRODEN, se ha enfatizado la necesidad urgente de un enfoque más integral en la protección de la niñez, que contemple tanto medidas de prevención como acciones concretas para enfrentar la violencia en las comunidades. “El deporte es una herramienta importante, pero la violencia sigue siendo una de las principales amenazas para nuestros niños y adolescentes. Necesitamos políticas públicas que prioricen su seguridad”, expresó un portavoz de la organización.
Si bien el gobierno ha expresado preocupación por la situación de violencia en el país, muchos sectores coinciden en que la falta de una estrategia de seguridad clara y la insuficiencia de recursos destinados a proteger a los menores continúan siendo desafíos significativos. La creciente preocupación de la sociedad refleja la necesidad de un equilibrio entre el desarrollo de iniciativas como el deporte y una mayor inversión en medidas de seguridad que garanticen un entorno seguro para la niñez hondureña.